José Luis Merino
José Luis Merino,
Entrevista de José Luis Merino a Koldo Etxebarria para el libro su libro -HABLAN LOS ARTISTAS-
- 1. ¿Es por juego o por ocultación consciente el que los artistas antes de advertir cuáles son sus influencias, prefieran que sean los demás quienes lo adivinen? ¿Cuáles son las tuyas?
El juego de la ocultación responde a la pretensión de hacer una obra original y distinta a la de los demás. Este juego nos mantiene en el ego y nos aleja de los demás, cuando la auténtica función del arte es la inversa, es decir, acercarnos al centro de las otras personas a través de nuestro propio centro ya que en fondo todos somos idénticos.
En mi caso profeso un gran amor hacia pinturas de distintas épocas y recurro a ellas como fuente inagotable de enriquecimiento, aprovisionándome en muchas ocasiones de recursos sintácticos, iconográficos, estructurales y compositivos.
Mis influencias más directas son las pinturas que expresan la dimensión estética y poética de lo humano. Aquellas en las que la figuración y el espacio que habita evocan la belleza y la armonía de las personas que me rodean en la vida cotidiana. En la contemplación de estas pinturas puedo ver la dimensión de gozo estético del ser humano.
Algunas de mis influencias son: Van Eyck, Piero de la Francesca, Vermeer, Peter de Hooch, pintura taoista, pintura Zen, Chirico, Edward Hopper, David Hockney, Juan Muñoz, Stephan Balkenhol…
- 2. ¿Es posible imaginar algún día a Sísifo contento y libre?
Sísifo estará contento y libre cuando se desidentifique con el atareado ego, el personaje que cree ser, y descubra la dimensión central que reside en su interior. Esa dimensión es el auténtico yo presente en todos. El ego, siempre proyectado hacia el futuro buscando llenar insaciablemente sus carencias en el tiempo, ignora la plenitud presente del ser central.
- 3. ¿Cuánto tiempo es cuánto tiempo?
Solo el instante existe. El tiempo es un concepto en la conciencia periférica del personaje, el cual cree que con su esfuerzo, en el devenir del tiempo, conseguirá más felicidad y perfección.
El tiempo no quita ni añade nada a lo que somos ahora.
- 4. ¿La burguesía se ocupa del arte con su punto de vista de clase, y sabe obtener del arte todo lo que necesita, justamente porque se ocupa de él en tanto que arte?
La burguesía se apropia de los objetos artísticos normalmente con fines económicos o de prestigio, pero el verdadero sentido de la obra de arte no está en el objeto sino en el ser humano que lo crea o lo contempla. La auténtica función del objeto artístico es la de ser espejo que refleje la dimensión real o central de la persona, compuesta de armonía y gozo estético. El arte debe estimular esa dimensión y abandonar el apego hacia el objeto artístico. La idolatría de los objetos artísticos es potenciada por intereses mercantilistas totalmente alejados de su verdadera función. El arte tiene que regresar a la persona, a la vida, que es su procedencia y finalidad.
Como dice Antonio Blay Fontcuberta: “La belleza que somos capaces de apreciar es la belleza que llevamos dentro.”
- 5. ¿Quien acepta un pensamiento, no recibe algo, sino a alguien?
Cuando aceptas un pensamiento de alguien es porque reconoces que te aporta una visión mayor o más clara de la que poseías anteriormente. Agradeces su aportación y te sientes unido a él ya que el que acepta y el que da son lo mismo en una dimensión más profunda.
- 6. ¿Toda obra de arte no es sólo nacional sino universal?
La idea de nación pertenece a la parte más superficial de la mente. Ésta solo puede registrar aspectos externos y formales como son las peculiaridades que remarcan las diferencias entre los pueblos.
El arte en cambio nace y se fragua en otro ámbito más genuino y real: en el territorio interior del Ser, donde está la lucidez y el amor, común a todas las personas.
Es por eso que el arte en un sentido auténtico y profundo es universal. Su objetivo y su origen está por encima de las fronteras.
- 7. ¿Por qué el exceso de pena conduce a la risa, y el exceso de alegría al llanto?
La pena siempre está sustentada sobre premisas erróneas formadas desde la infancia. Es una proyección del ego hacia uno mismo o hacia el prójimo. Pero el centro de uno mismo que se da cuenta de la pena está libre de ella.
Hay que distinguir entre la alegría que procede del sentimiento y te lleva al centro y el emocionalismo que descentra y puede producir llanto.
Sin embargo la alegría surge del ser central aunque pueda ser motivada por algo exterior. Esta alegría es el pilar de la vida y del arte.
- 8. ¿La vida es el arte de sacar conclusiones suficientes de premisas insuficientes?
Un error habitual es pensar que somos un cuerpo físico que interactúa con el mundo, comprendido éste como algo exterior a él.
Sin embargo somos conciencia. Somos la esfera de conciencia dentro del cual se despliega la vida que abarca todo aquello de lo que somos conscientes, es decir, el cuerpo, los pensamientos, los sentimientos, las personas, el mundo en su totalidad.
El arte de la vida depende de dónde estemos situados dentro de dicha esfera. Si nos situamos en el centro, en el punto de vista del observador, donde está el origen de todo, entonces viviremos la vida con plenitud. Pero si, saliéndonos del centro, nos situamos en la parte de la esfera donde están las ideas y los pensamientos negativos entonces viviremos de una manera limitada y carencial.
- ¿Por qué será que los hombres que creen de verdad en sí mismos están todos en manicomios?
Hay personas que han llegado a lo real superando la visión convencional y las consignas de limitación y negación en las que se nos socializa. Como dice Antonio Blay Fontcuberta: “Estamos apoyándonos en nuestra visión, pero el problema es que nuestra visión no se corresponde con lo que es la realidad, ya que la realidad es bastante diferente a como la vemos.”
Las personas que han descubierto su identidad en el ser real han sido, en ocasiones, incomprendidas.
- 10. ¿Es difícil dejar de convertirse en la persona que los demás creen que es uno?
Tenemos un yo idea o imagen de nosotros mismos que es el resultado de los condicionamientos y valoraciones que hemos recibido sobre todo en la época infantil. Es esta idea que tenemos de nosotros, y con la que nos identificamos, la que nos hace dependientes de los demás.
Sin embargo, como dicen los maestros, es posible recuperar nuestro yo auténtico desidentificandonos del yo idea, siendo conscientes de él.
- 11. ¿La psicología seguirá siendo un instrumento socialmente necesario, de servidumbre o de liberación?
La psicología convencional está atrapada en la tela de araña de la zona externa de la conciencia, tratando de mejorar y adaptar el ego a las pautas que rigen en la sociedad.
Lo que se necesita en la actualidad es ir más allá y profundizar en la conciencia hasta descubrir al observador del ego, el Ser.
- 12. ¿Quien poco piensa poco yerra?
El pensamiento racional es una herramienta muy potente para resolver cuestiones referidas a la actividad social, económica etc. Pero se hace inútil para tomar conciencia de verdades esenciales como son la belleza y el amor.
La única manera de acercarnos a dichas verdades es a través de la contemplación, esa mirada directa que viene del centro de la conciencia.
Como dice Consuelo Martín: “Contemplar es abrirme a un nuevo estado de ser. Contemplar es crear armonía dentro y fuera.”