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– LA BELLEZA ESTÁ EN EL OBSERVADOR-
Por Koldo Etxebarria
Se puede enmarcar dentro del ámbito de la pintura metafísica . Es una reflexión sobre el hecho de que la belleza no está en las obras de arte, sino que está en el observador. Está en la mirada. Es decir la belleza está en las personas y el arte solo es un espejo . De ahí que la belleza es un estado de conciencia interior del ser humano. Es una realidad interior de la persona, hecha también de poética, armonía y gozo. Y está más allá de las apariencias, y de las ideologías.
La contemplación herramienta fundamental para el reconocimiento y experimentación de la belleza metafísica en nosotros. Gracias a ella el ser humano tiene la posibilidad de vivenciar de una manera experimental la belleza metafísica .
Esa contemplación gozosa en el silencio en la quietud que abre la puerta a esa dimensión gozosa íntima.
Es una experiencia, una vivencia que se vive dentro de la persona.
No está en la pintura, entonces es un cuadro evocativo, en el que hay un ser humano en un estudio de pintura contemplando en la luz de la ventana , silencioso en la quietud . En un espacio mínimo despojado de lo anecdótico inundado por la luz que nos lleva al silencio. Solo y un cuadro en primer término referenciando a Rothko por ser fundamental para comprender esta actitud estética.
De esta forma dejar de estar hipnotizados por las objetos artísticos. De dejar de buscar fuera lo que está dentro de nosotros.
Se trata de un cuadro evocativo, que nos invita a la contemplación y a la experimentación de la belleza metafísica. Que es la realidad
más genuina y auténtica, y al mismo tiempo la autentica identidad del ser humano.